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jueves, 10 de noviembre de 2011

Meet up



Porque las casualidades no existen, porque uno no tiene un accidente por casualidad, porque uno no conoce a alguien por casualidad, las casualidad, las cosas no pasan por que sí, detrás de todo ello hay un por qué, puede que se llegue a saber o jamás saber la razón de ese momento llamado “casualidad”.

Cuando conoces a una persona, no es porque justo en un momento puntual, las coincidencias de la vida os haga estar en el mismo lugar…con la misma gente, es el destino el que os pone en ese lugar a la misma vez y es que todo es premeditado, nada es al azar, y quien maneja esos hilos jamás se sabrá su identidad.

Para mí no es casualidad estar donde estoy, muy bien que sea yo la que eligió venir aquí, pero si no fuera por una “casualidad” familiar antigua, puede ser que Reading no lo hubiera visto jamás al igual que las personas que iré conociendo ahora no serán producto del azar, ahora bien yo soy quien elige si esas personas que el destino coloca en mi camino quiero que sigan en mi mundo o simplemente quiero que sean estaciones por las que pasar para llegar a un aprendizaje concreto.

Mi nuevo compañero de fatigas inglesas se llama Alain, un vasco un poco torpe, con mala cabeza, pero con buena mano para cocinar.

Empiezo haciendo referencia a su mala cabeza y su torpeza, lo primero se le conoce porque llegó a este país tirando 48 pavos en el avión , el día 9 aterrizo en el aeropuerto nervioso como todos y estos nervios le pasaron factura, haciendo que se dejase 2 paquetes de tabaco en el avión y es que ya me veo a las azafatas/os bebiendo copas y fumando el tabaco del vasco, pobrecito, y es que ha salido del nido a sus 28 años, pero claro el polluelo ya que sale del nido lo hace a lo grande, SE VA A OTRO PAÍS!!! Yo lo admiro por que viene con ganas de comerse el mundo y se le nota desde el principio, a parte que su nivel de inglés es más alto que el mío, bueno hasta una gallina española tiene mejor ingles que yo, al principio de estar con él me hacía sentir una hormiga en un país de elefantes, y estar así, sentirte así, hace que te vengas más abajo, que pienses que no vales, y que te equivocas de camino, deseas coger y pirarte, dejarlo todo cuando aun no has empezado, es una frustración, y el miedo se sale con la suya. 

Pero a lo que venía hablando desde el principio, y es que las casualidades no existen ya que a pesar de mi frustración interior, solo he tenido que ser inteligente cambiar el chip y pensar: -“oye! Pues a esto le puedes sacar el lado bueno Marisa!”-  ¿y cuál es ese lado? El darte cuenta de las cosas que puedes aprender de esa persona, y de lo que te puede ayudar para mejorar en todos los sentidos, -“Oye y porque no?-“ la ayuda puede ser mutua, porque todos somos diferentes y todos aportamos a los demás cosas distintas, ha sido pensar todo eso y empezar a sentirme mejor conmigo misma, a empezar a ver qué tengo que confiar más en mi. 

Solo es cuestión de días para ir sintiéndome mas agusto y pensar que puedo comerme el mundo si me lo propongo, pero aun me queda por aprender en este mundo de atrevidos en busca de aventuras nuevas, pero como decía en el meet up un inglés llamado Russel con su acento castellano venezolano, “ la vida ya es de por sí una aventura”.

Y allí estábamos después de hacer unas compras, Alain y yo en el Back of Beyonde,  a las 20h, después de dar vueltas por el bar, ver que no había nada parecido a lo que íbamos buscando, de preguntar a la camarera y de tirar un vaso de cristal al suelo, nos enteramos de que ese día no era en ese bar, y que todos estaban en el “Copa”, nerviosos por saber qué es lo que nos vamos a encontrar, cruzamos la puerta del bar, parecía como si hubiéramos entrado en un teletransportador directos a España, ya que al entrar solo había un grupo numeroso de españoles, en un bar desierto. Una de las chicas con la que Alain había contactado se levanta, para saludarnos y presentarnos al resto de gente, nuestras caras fueron de – qué coño hacemos aquí con esta gente tan rara- saludando a todo el mundo, me di cuenta que ahí poco inglés iba a escuchar, me sentía rara, incomoda, no entendía porque había decidido ir allí, cuál era mi fin aquí, todos eran raros, y muy soberbios, algunas muy bordes, como María, de procedencia gallega, para llevar solo 3 semanas se hacía creer la mas guay del grupo, aún magullada por el atropello de un coche, nos iba diciendo que si no teníamos pareja, en poco tiempo iríamos pillando algo, entonces fue cuando me pregunte a mí misma,-“ ¿para eso venís? ¿ Para salir de fiesta, y follar? PUES ESO NO ES LO QUE BUSCO!”- Después de soltarle esta chica una borderia a mi compañero, decidí alejarme un poco y pensar, busqué el baño, supuse que estaría bajando unas escaleras, tampoco me equivocaba ya que nada más llegar abajo, un gran olor bofeteo mi nariz, se notaba que en ese lugar se situaban los aseos. Solo 10 minutos en el trono, donde me dio tiempo a pensar de todo, quería irme, porque no estaba a gusto, ya que mi interés no es conocer españoles y hacerme amiguita de todos ellos, porque para eso me vuelvo a España, tampoco me molaba el mal rollo que se traían, pero bueno ya que estaba allí solo tenía que hacer un esfuerzo poner buena cara, y algo bueno le sacaría a todo ello. Una vez arriba conocí un poco de gente interesante sí, pero todo me parecía tan superficial, todos iban a lo suyo, organizando fiestas latinas, donde ni a Alain ni a mí nos dijeron si queríamos ir, de todas formas no muero por ello. La única persona que se salvaba era una chica muy linda, a la que Alain y yo nos acercamos porque aún no nos la habían presentado, resultaba ser una chica rusa, exactamente de Moscú, y se hacía llamar María, el resto del tiempo nos quedamos hablando con ella y con la gente que le rodeaba, era increíble, porque aparte de su idioma, habla inglés y español. Al final acabamos todos con la conversación de como son los hombres de diferentes países para ligar con una chica, y si existía alguna diferencia, y bueno aquí en Inglaterra los hombres son muy miedicas, y no se acercan a las mujeres, son ellas las que se dirigen a ellos y eligen al que más les guste, el proceso de ligar con alguien aquí tiene el nombre de “chat up” y luego el fin al que se quiere llegar se dice “pick up”, una cosa más para la mochila de aprendizaje. 

Así que nos fuimos del bar a parte de con la mochila cargada de cosas nuevas, con unoscuantos números de teléfono, para rellenar agenda, menos uno que era un objetivo común para Alain y para mi, pero del cual no voy a hablar.

Al llegar a casa estábamos hambrientos, después de tantas horas sin comer, tocaba de cena a las 1h de la madrugada un pollo con salsa curry y patatas fritas. Aún no me acostumbro a las horas de costumbres de aquí y al final como y ceno demasiado tarde.



¿Cuándo vais a volver al meet up? POR AHORA NO, GRACIAS!

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